Jamás lo imaginé
- Arnulfo Urrutia
- 20 mar 2024
- 1 Min. de lectura
Holaaaa, grité bajando el vidrio de la ventana de mi carro. ¿Me podría indicar si hay alguna salida cercana?
Sí. Váyase recto hasta... mejor sígame.
Y lo seguí, por varios minutos. De pronto detuvo su motocicleta, me indicó cómo salir y él tomó una calle aledaña. Le agradecí y pude seguir mi camino sin mayor problema.
Fue ayer, que después de manejar varias cuadras, llegué a un sitio donde están ampliando la pista Juan Pablo II y los accesos tradicionales están totalmente bloqueados. La persona que me guio fue un motociclista. Un repartidor, de esos que manejan a toda velocidad, se meten repentinamente en las filas de vehículos y adelantan por los sitios menos esperados... en fin, ya los conocemos. En su trabajo el tiempo es oro.
Muchas gracias amigo, porque además de productos, también repartes ejemplo.
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