DEJAD QUE LOS CHINOS VENGAN A MI

No termino de entender Por qué algunos negocios utilizan las redes sociales y las aplicaciones vinculadas a estas, como un simple elemento decorativo. Lo digo porque en la práctica no las utilizan correctamente. Una muestra de ello, es cuando le escribes y dilatan 24 horas o 48 horas para darte una respuesta. Inclusive, hay algunas que nunca responden.

Alguien dirá; esto sucede porque en diciembre las empresas están muy atareadas. Y lamento decirles que no es cierto. Esto me ha ocurrido durante el transcurso de todo este año. El colmo es que en este mes suben los precios a los productos, por su gusto y antojo —me lo han confesado empleados de varias tiendas—. Por supuesto, hay excepciones y lo voy a mencionar.

Esta semana le escribí a la empresa CONICO preguntando si tenían el repuesto de una pantalla para mi PC. Me respondieron en pocos minutos —con nombre y apellido, cosa que no lo hacen todos porque creen que son agentes secretos—, informándome que no la tenían. Le agradecí la prontitud de la respuesta y todavía me volvieron a contestar “Estamos para servirle y lo esperamos en una próxima ocasión”. Eso casi que es un milagro.

En la actualidad, veo un gran contento porque abrirán nuevas tiendas de origen y capital chino. El consumidor se alegra; precios más bajos, variedad de productos, etc. Todo esto es parte de una estrategia global que China viene impulsando desde hace varias décadas. Le llaman “La nueva ruta de la seda”. Se calcula que el total invertido en ella, es similar al Producto Interno Bruto de México. Así que, los chinos no están jugando.

Pero volviendo al tema inicial. Variedad de productos, mejores precios y múltiples puntos de venta, harán que estos inversionistas terminen dominando el mercado nacional. “Ayudados” por el mal servicio al cliente que brindan las empresas nacionales. El intercambio de relaciones comerciales con china plantea un antes y un después, en la estructura y funcionamiento de nuestros negocios. Es hora de que le pongamos atención a esto y no estemos en un futuro próximo, lamentando ser simples empleados de los chinos por no haber podido sostener las empresas que ya existían y algunas desde hace décadas.

¡Hay que mejolal el selvicio al cliente!

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