CALCETINES
- Arnulfo Urrutia
- 16 mar 2024
- 1 Min. de lectura
Qué sabroso, acercarlos a la nariz y olerlos, después de 4 o 5 días de usarlos y no lavarlos.
Tocar la punta de ellos y sentirla almidonada por el sudor deshidratdo. ¡Un regalo al tacto!
Por la noche, ponerlos a la orilla de la almohada, para disfrutar su aroma y dormir sin sobresaltos.
Y a la mañana siguiente, en el colegio, comentar con nuestros amigos, los días
acumulados, sin que nuestras madres supieran de nuestro hacer.
¡Travesuras de chavalos de 12 años!
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